La luna, oronda y radiante en el cielo, me recordaba que llevaba caminando una lunación. Siguiendo el ritmo de sus fases, renové mis diversos cuerpos energéticos.
Me sentía pletórica y, a falta de 5 jornadas para Santiago, experimenté un renacer. Contemplando a la abuela luna, recordé una conversación mantenida días atrás. habitual, a tu destino. En esta ocasión, llegaba a Carrión de los Condes cuando me encontré a cuatro peregrinos franceses, con los que había caminado, sentados y bebiendo en una plaza. No era su primer camino; Para estos peregrinos de la Bretaña, El camino se había convertido en una “recompensa” anual. Natalie, Herbé, Patrick y Laurent habían elegido, para este año, recorrer las etapas de Castilla por su facilidad, soledad, gastronomía y belleza.
Me invitaron a sentarme y así lo hice, pues ya había gozado de su conversación amena y divertida. La tarde no defraudó, surgió el tema de cómo influye el camino en cada uno de nosotros. Recuerdo haber comentado que me sentía muy diferente de cómo había comenzado entonces, Laurent me reveló un dicho del camino:
FIRST WEEK HURTS
SECOND WEEK HEAS
THIRD WEEK:¡¡ LIVE!!
LA PRIMERA SEMANA DUELE
LA SEGUNDA SEMANA SANA
LA TERCERA SEMANA: ¡¡VIVE!!
La luna me susurró también se produce un cambio la cuarta semana.
First week hurts.
La primera semana duele
DE LUNA LLENA A MENGUANTE
El peregrino Inicia camino pletórico, según la luna mengua también lo hacen sus fuerzas.
La primera semana va a doler. Un dolor físico provocado por no tener costumbre de caminar largas jornadas. Es posible, que al cansancio físico, se sumen ampollas o, incluso, que surjan pequeñas lesiones. Al peregrino no solo le duele el cuerpo físico, la mente también le sabotea y cuestiona si tiene la necesidad de “estar sufriendo”.
Esta semana se supera….caminando.
Durante la PRIMERA semana el cuerpo se hace a El Camino.
La esencia de peregrinar es caminar. De sobra son conocidos los beneficios de este ejercicio físico: aumenta la oxigenación de todo el cuerpo, la vitamina D, las endorfinas, se reduce el estrés, mejora la salud mental y fortalece el corazón (entre otros).
El cuerpo físico se sintoniza debido a que la constitución física del ser humano está hecha para caminar.
Al caminar se apertura la pelvis y se activa el sistema cardiovascular, restaurándose el correcto flujo energético (del CHI) del cuerpo.
En esta primera semana de adaptación, el cuerpo encuentra su ritmo. Paso a paso el peregrino aprende a cuidarse y descubre todo lo que le “facilita” la jornada. Cuando descansar, comer, hidratarse, masajes… El romero se deshace de aquello innecesario en su viaje para quedarse con lo imprescindible, tomando conciencia de que no necesita mucho para ser feliz.
Como curiosidad te comparto que hay personas que son capaces de, con tan solo ver el equipaje de un peregrino, saber desde dónde partió. Interesante, ¿verdad?
En esta activación corporal surgen o se amplifican dolores producto de la somatización de algún bloqueo procedente de los cuerpos energéticos. Con el discurrir de cada día y un buen cuidado, los bloqueos se diluyen porque el peregrino reconoce su causa u origen. El peregrino, al igual que se deshace de cargas innecesarias en la mochila, también se deshace de cargas emocionales y mentales.
Cuando la primera semana termina el peregrino ha acompasado su ritmo al Camino.
The second week Heals
La segunda semana Sana
DE LUNA MENGUANTE A NUEVA
La luna mengua, deja visible su zona oscura.
El cansancio hace mella en el peregrino que contempla sus heridas. Según la luna se oscurece el miedo desaparece para dejar paso a una sanación.
Durante la segunda semana de Camino, el cuerpo físico que se ha acostumbrado a caminar, regula su energía a todos los niveles. El peregrino se escucha y asimila la primera semana de Camino. El romero ya no se deja llevar por el cansancio y se contempla, a sí mismo, de forma bien diferente. El peregrino termina la jornada orgulloso de sí mismo.
¿Porqué no le sucede lo mismo en su “vida cotidiana”? Surgen preguntas personales como ésta, a las que el peregrino encuentra respuesta de forma simple.
Al final de la segunda semana el peregrino se ha reconciliado consigo mismo. Atrás queda la rabia, la irá, el dolor, miedos, complejos… El camino envuelve al peregrino en un mar de energía positiva.
La segunda semana se produce un proceso de sanación tan profundo como el peregrino este dispuesto a profundizar. El Romero aprende a tomarse la vida, como vive el Camino: día a día, paso a paso.
Cuando la segunda semana termina, el peregrino es más consciente de si mismo y de quién camina a su lado.
The third week: ¡¡live!!
La tercera semana: ¡¡VIVE!!
DE LUNA NUEVA A CRECEIENTE
La luna comienza a mostrarse… tal cual es; el peregrino también
El peregrino con la energía vital recuperada, VIVE PLENAMENTE, sus diferentes cuerpos están sintonizados.
La filosofía CARPE DIEM resume perfectamente la toma de conciencia del peregrino de esta semana. Vivir el momento. Disfrutar el ahora, de cada repecho, de cada paso, de cada café, de cada descanso.
Según ha ido avanzando el ciclo lunar, el peregrino ha avanzado en su caminar. Con cada uno de sus pasos han ido soltando rigideces y obligaciones, como la luna, comienza a verse tal cual es. El peregrino se descubre en su luz y en su oscuridad y se reconoce en otros peregrinos a los que da o de los que recibe apoyo.
El alma se regocija… El destino está cerca.
Y la cuarta semana: INTEGRA /RENUEVA
LUNA CRECIENTE A LUNA LLENA
La luna, henchida y orgullosa, recupera su esplendor. Culmina energéticamente la peregrinación.
Durante las primeras semanas mente y corazón se sintonizan (Como quien sintoniza una emisora de radio). Durante la cuarta se conectan o ensamblan.
Escribí, al inicio de este ciclo de artículos sobre el Camino, que había partido de Saint Jean Pied de Port: Estresada y con ansiedad, en el plano más físico. Rota, a nivel emocional y Perdida, a nivel espiritual.
Al completar la cuarta semana todo había desaparecido y me sentí RENACER. Volví a SOÑAR, CREAR, CREER, y DISFRUTAR.
Como anécdota contarte que durante los últimos días caminaba jugando con los bastones, jugaba con mi voz, recitaba poesías, me contaba cuentos, escuché, de nuevo, hablar al Universo, percibí fallos de la “MATRIX”y tomé notas, muchas notas.
Este último año he asimilado mi Camino y con la renovación materializada a todos los niveles, vuelvo a emprender CAMINO.
SI!! En breve regreso al camino… mi punto de partida es totalmente distinto.
¿Será igual mi proceso? Estoy emocionada de poder descubrirlo.
Y tú, ¿Cómo has vivido o vives la transformación en El Camino?
Con mucho Amor,
un guiño de hada, de hada peregrina!
© Susana Ortega
Como panacea a nuestros problemas buscamos continuamente un equilibro. Esta búsqueda de un equilibrio estático es engañosa, porque en este planeta Tierra de dualidad, movimiento y cambios, el equilibrio está más relacionado con el ritmo y la homeostasis* que con algo fijo y permanente.