El Espíritu del Camino | Espíritu de peregrino
El Espíritu del Camino es una vibración con la que todo peregrino describe una ayuda recibida, un momento mágico o una situación inexplicable que le ha acontecido en El Camino.
Salí del albergue con un café y un cruasán en el estómago. Apenas eran las seis cuando me eché a andar. La etapa era larga y no tenía todas conmigo para llegar a Logroño. Me acordé de Cristobal ¿Habría descansado bien? ¿se habría repuesto de su rodilla?
Despuntaba el alba, la calidez de los rayos del sol desperezaba los campos. La imagen, llena de belleza, hacía sentir liviano el camino.
Invoqué al Espíritu del Camino y esperé que apareciera. No sucedió nada. Volví a llamarle.
Un mensaje de teléfono me sacó de mi estado. Núria me felicitaba mi cumpleaños con un audio, recitaba aquella poesía de Antonio Machado…
Caminante, Caminante son tus huellas el camino y nada mas
Caminante,Caminante, no hay camino, se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrásse ve la senda que nunca se ha de volver a pisar.
Caminante, Caminante no hay camino sino estelas en la mar.
Rompí a llorar.
Renové mi energía caminando. Al tomarme un descanso en la ermita del Poyo, Navarra, apareció Kimberly por el sendero, aquella mujer canadiense de la que escribía varios días atrás. Charlamos un rato y seguimos camino juntas. Recuerdo que me preguntó por compañeros de Camino, poco a poco la conversación derivó hacia sus hijos, su exmarido, su hermosa casa en Canada y sobre su trabajo con niños autistas. Su vida me parecía hermosa cuando me confesó que aquella mañana se había deshecho en lágrimas.
-¡qué sabio es el cuerpo! - dijo -cuando no podemos con lo que cargamos, suelta. Mi mochila emocional era pesada, y al llorar me he desprendido de mi dolor para seguir caminando.
- wow - pensé - ¿cómo es posible que nos haya sucedido justo el mismo día?. Caí en la cuenta que ella también había comenzado en Saint Jean Pied de Port. Habíamos concluido nuestra primera semana en el Camino. .- algo debía significar…
Varios peregrin@s con ritmo más rápido nos adelantaron. Una mujer llamó mi atención. Era joven, fuerte, rápida…
Llegamos a Viana, final de etapa para Kimberly. Todavía faltaban casi diez kilómetros para Logroño. Estábamos despidiéndonos cuando ví, sentada en una mesa, a la alta peregrina alta en la que me había ya fijado. Con un gesto nos invitó a sentarnos a la mesa. No sabía que me esperaba el mejor regalo de cumpleaños.
Mariam, peregrina de Dinamarca, invitaba a sentarse a todo peregrino que veía solo y/o despistado. En cinco minutos éramos al menos ocho peregrinos, compartiendo risas, comida, hazañas y preguntando por algunos conocidos. Mariam había dormido en el mismo albergue que Cristobal y me comentó que se había quedado a descansar en los Arcos. Aquí conocí a Sonia y a Martín. Se resolvieron dudas, se dieron consejos, y reíamos, sobretodo reíamos. Me percaté en el que no me dolía el tobillo y podría seguir caminando.
Mariam termino de comer y se levantó para continuar camino. Su aura volvió a captar mi atención mientras se alejaba. Hubiera jurado que desprendía algo…Y entendí que era una manifestación de la energía del Espíritu del Camino. No sería la última vez que viera este aura.
Me despedí de los compañeros y proseguí Camino.
Aquella noche pernocte en Logroño.
El Espíritu del Peregrino
Un profundo sentimiento de búsqueda es el responsable de que el peregrino salga de su zona de confort y se embarque en un peregrinaje. En esta búsqueda de su verdad, el peregrino recorre enormes distancias, atraviesa diversas vicisitudes y supera todas las adversidades. Al completar el recorrido, el peregrino aprende de la importancia del Camino realizado; El destino simplemente fue la excusa que le instó a “salir en su búsqueda”.
El peregrino se hace uno con el camino.
Con cada etapa, El Camino le regala aprendizajes diferentes. Recorrido, paisaje y todos con quien se encuentra, son reflejo de la situación que el peregrino atraviesa. Según avanza en el sendero, aligera carga y corazón. El cansancio se desvanece a través de la sonrisa, los buenos deseos y el buen humor. Paso a paso se acrecienta el Espíritu de Superación que le insta a culminar la etapa.
El peregrino se levanta emocionado por el día que comienza. Sus ojos brillan como los de un niño, llenos de inocencia y alegría. Al caer la noche, con energías renovadas, la satisfacción le embarga. Las penas dejan paso a un agradecimiento al sentir la Magia de la VIDA.
Su búsqueda le ha llevado a contemplar milagros. El peregrino que se ha alejado del mundo, se reconcilia con el.
Esta vibración imbuye a tod@s y cada un@ de los peregrinos. Sus encuentros provocan situaciones extraordinarias llenas de sincronías y aprendizajes. Sus reuniones atraen realidades diferentes siempre singulares.
Al acercarse a Santiago, algunos peregrinos experimentan una sensación de desasosiego por la posibilidad de desconectarse de “esta Magia” del Camino. Se descubren echando de menos lo que todavía no ha terminado. El peregrino no ha reparado en que este PODER/ESPÍRITU yace en él, el Camino, sencillamente, lo ha despertado y alimentado.
Una vez encendida la llama, ésta no se apaga.
Peregrinar no deja a nadie indiferente; el Peregrin@ que regresa no es el mism@ que comenzó el peregrinaje. La experiencia se vuelve adictiva.
El Espíritu del Peregrino surge de forma natural al caminar el sendero de la Vida, es la energía que inspira los cambios e imanta las transformaciones. Su vibración re-conecta con la VIDA.
El Espíritu del Camino es encuentro, educación, respeto y cortesía; _ ESPíRITU que BENDICE_
El Espíritu del Peregrino es búsqueda, ayuda en la adversidad, agradecimiento y satisfacción; _ESPíRITU de SUPERACIÓN_
El Espíritu del Camino es compartir: penas, alegrías, pensamientos, tiempo y energía; _ESPíRITU DE COMPAÑERISMO_
El Espíritu del Peregrino llega a ti a través de cada paso, cada aprendizaje, cada descubrimiento, reconocimiento y valoración. El ESPIRITU SE VIVE.
Y tu,
¿Cómo has percibido E Espíritu del Camino | Espíritu del Peregrino?
Con mucho Amor, un guiño de hada, de hada peregrina!
© Susana Ortega
Como panacea a nuestros problemas buscamos continuamente un equilibro. Esta búsqueda de un equilibrio estático es engañosa, porque en este planeta Tierra de dualidad, movimiento y cambios, el equilibrio está más relacionado con el ritmo y la homeostasis* que con algo fijo y permanente.