El moderno Glastonbury es una pequeña ciudad al sur de Inglaterra situada en el condado de Somerset, antiguamente conocido como el país del verano. Su magia se siente en cada calle y rincón. La luz del lugar y su peculiar forma de vida le imprime una atmósfera encantada. Glastonbury ofrece la sensación de estar en otro mundo nada más pisar sus calles.
Leer másAl reconocer nuestra propia energía estamos mejor preparados para poder sentir mejor la energía de nuestro alrededor, poder distinguirla, y según el caso, unirnos o separarnos de su influjo. Conectando con nosotros es más fácil separarnos del otro y poder saber cómo su energía interfiere con la nuestra. Aunque sea obvio, la energía que más nos cuesta sentir es la propia, pues nos negamos a sentir ante nosotros y ante los demás. ¿Cómo vamos a demostrar que tenemos miedo o que estamos tristes?, ¿hay que crear una máscara para ocultar todo esto? Y nuestro armario se va llenando cada día de más máscaras.
Leer másGeoffrey de Monmouth escribió sobre este lugar afortunado, el hogar de la encantadora Morgana, sería una Isla, Ynys Avallach (isla de las Manzanas- las manzanas en la tradición celta simbolizan abundancia y magia). En el siglo V, las zonas de los alrededores de Glastonbury eran pantanosas y en lo que ahora son valles verdes con coches y casas, existían inundaciones donde se quedaba anegado todo por el agua, dejando a Glastonbury, a su colina y alrededores como una isla. Cuentan que en un día tranquilo, el agua quieta trasparente se asemejaba a un Cristal y la colina de Glastonbury, el Tor, comenzó a llamarse Ynys Witrin (Isla de Cristal).
Leer másAvalon fue conocido como “el Más Allá” del mundo celta, la tierra de las manzanas, como la tierra hiperbórea donde el paraíso es eterno. No en vano es conocida como “la Isla de la eterna juventud”. Su alma traspasa la tuya y te insufla en tu corazón el coraje necesario para batallar con el mundo entero. El rey Arturo fue llevado a esta Isla por tres sacerdotisas (en algunas tradiciones nueve), para curar sus heridas… pero esta tierra cura, sobre todo, las heridas del alma.
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