BROCELANDIA: MERLIN Y LA DAMA DEL LAGO
Hay lugares que te llaman de manera clara y manifiesta pero otros lugares… otros lugares te susurran, te llaman en sueños, se dejan ver en imágenes de pocos segundos, en palabras oídas al azar, en comentarios o mensajes oidos ” por causalidad “, …. eso me pasó a mí con Brocelandia.
Durante años había oido hablar de sus bosques, de Merlin, de los círculos de piedras, de los seres que habitan sus lagos y estanques…; en todo ese tiempo nunca uní los puntos que me marcaban el camino hasta que, hace ya casi tres años, volviendo de celebrar Beltane en Avalon, oí hablar del viaje a Brocelandia y algo se despertó en mí y el destino, de repente, se hizo claro: ¡tenía que ir sin falta! ( algo irónico después de tantos años…), pero cuando el corazón despierta entra en ansia por lo que anhela.
Como todo lugar sagrado, Brocelandia marcó sus ritmos y sus tiempos. Cuando me quise apuntar al viaje, el mismo ya estaba completo. No me rendí y me apunté en la lista de espera, dejando el asunto en manos de la Diosa, confiando en que ella abriría las puertas si era lo que me correspondía. Y la magia se hizo realidad; en pocos dias me llamaron para confirmarme que la energía de Brocelandia me abría sus puertas y habia plaza disponible para mí.
Cuando comencé el viaje mi único equipaje era la certeza de saber que iba en la dirección correcta aunque no supiera realmente hacia dónde me llevaría este destino.
Chartres fue el punto de entrada; ciudad encantadora, pequeña y acogedora. Como cualquier viajero recorrí sus calles, sus puentes, sus iglesias… y poco a poco mis pies fueron ralentizando el ritmo al caminar, lentamente mi respiración se hizo más pausada, profunda… incluso el latido de mi corazón se hizo más lento. Entré en un estado en el que sólo “era”, “respiraba”, “sentía “… por fin había “entrado” en Chartres. Visitamos la catedral, bellisima e impresionante, con su enigmático laberinto (en realidad una puerta al otro lado); pero cuando la visitamos de noche, a la luz de las velas, y nos mostraron el pozo de corriente subterránea que marcaba el lugar de peregrinaciones desde tiempos muy antiguos, muy anteriores al cristianismo, entendí que realmente era un lugar sagrado y que, cuando “entras” en él traspasando el velo, la energía femenina que allí reside, te recoge en un amoroso abrazo llevandote a su reino.
Así, en este estado, “entrar” en el bosque de Brocelandia fue como deslizarse hacia un lugar mágico y encantado donde los personajes de los cuentos y las leyendas cobran vida porque allí todo está muy “vivo”: los árboles, bellisimos, grandes y majestuosos, te cuentan miles de años de historia, si los tratas con respeto y les honras. Cuando paseas por los senderos verdes y frondosos casi puedes sentir cómo te observan desde su profunda sabiduría… Los helechos que cubren el suelo, la hiedra que viste de verde los árboles, las piedras recubiertas de musgo verde, los estanques y los lagos de aguas serenas donde casi puedes ver las lánguidas y voluptuosas formas de las ondinas, guardianas de estas aguas, si observas con amor y en silencio.
La tumba de Merlin, la Fuente de la Eterna Juventud, el Espejo de las Hadas, … son lugares tan “reales y vivos” que puedes sentir cómo las hadas, los duendes, las ondinas, los silfos,… te acarician y te hablan a cada paso. Tan sólo tienes que “mirar” con el corazón y las puertas se te abrirán.
Es en estas tierras donde cuentan las leyendas que Merlin vivió un tiempo y nada cuesta imaginar al gran druida paseando por estas tierras, hablando con sus “habitantes ” y viviendo como un puente entre este mundo y el otro lado, donde reside la magia. Quién sabe si la figura que conocemos como la Dama del Lago fuese una de las guardianas de las aguas de estos bosques… y todavia custodie a Excalibur a la espera de alguien digno de ella…
En toda esta tierra hay una energia femenina que lo cubre todo con un sutil manto blanco, como para esconder esta belleza de los ojos que no saben mirarla y guardar la magia que aqui reside para aquellos que la merezcan; tal vez la Dama del Lago no sea sólo guardiana de las aguas o de espadas mágicas…
Y finalmente Mont Saint Michel…no quiero desvelar sorpresas a futuros viajeros pero recorrer el camino hacia la abadia por la playa antes de que suba la marea es… sencillamente indescriptible!.
El viento, el mar, la arena, el sol, cada elemento te abraza y te prueba en cada paso, como si fuera necesario “llegar preparado” a la abadia. En si, el pequeño islote no tiene mucho espacio por lo que recorrer sus calles y sus cuestas es a veces una tarea complicada, pero las vistas desde arriba son espectaculares y merecen el esfuerzo que supone llegar.
Dentro de la abadia hay una sala muy especial donde la energia te transporta a niveles muy profundos… dejo al viajero la tarea de averiguar cuál es. Encontrar este lugar y recoger el mensaje que alli reside para todo aquél que desee recogerlo es un inmenso regalo y tambien un reto… una vez recibido puede ser que no haya retorno… pero a veces lo que se encuentra es tan maravilloso que no se desea retornar.
Brocelandia es magia, cuentos, leyendas, es el amor de la Diosa, el abrazo que no cesa, un lugar donde el alma se encuentra, es una fuente de continua sabiduría y magia perpetua.
Escucha atentamente las señales… quién sabe, a lo mejor la Dama del Lago te espera…
©Patricia Domingo