Lugares del planeta y su esencia base
A cada paso que damos estamos influidos por miles de in-puts de información, muchos de ellos tenemos muy claro que existen anuncios, carteles…y otros no tanto. Todos ellos condicionan consciente o inconscientemente nuestro comportamiento y nuestro cuerpo.
La información que un lugar nos ofrece es percibida a través de los sentidos. Con la suma de todas nuestras percepciones de un lugar conformamos “la imagen” que perdurará en nosotros. Realmente aquello que el lugar perpetua en nosotros es una esencia, nuestro recuerdo se verá formado por lo vivido en el lugar y por aquello que el lugar ha desprendido.
Cada lugar tiene un influjo distinto y muchas de estas influencias las podemos aprovechar para potenciar nuestra vida, hacer un trabajo personal o como herramienta en nuestro quehacer diario. Todos, en mayor o menor medida, utilizamos esta herramienta, por eso recurrimos a acercarnos a ciertos lugares cuando algo nos ocurre, por que instintivamente sabemos que nos ayuda.
La esencia de cada lugar es distinta, confluencia de muchas variables, siempre existe esencia base, así por ejemplo se pueden distinguir distintos tipos de lugares según su esencia base.
Un lugar con esencia base Agua nos aportará tranquilidad, fluidez y emotividad. El influjo suave de este elemento producirá un efecto relajante haciendo que el cuerpo deje a un lado su stress e irritabilidad y le resulta más fácil soltar lo antiguo, acomodarse, permitiendo que la sensación de bienestar causada por el agua nos invada. Si queremos realizar algún trabajo en concreto, es muy fácil focalizarnos en limpiar y diluir problemas, bloqueos o preocupaciones. Potenciar la intuición, inspiración o creatividad, son favorecidas en estos lugares. De todos son conocidos lugares con esencia base agua, parques con fuentes, praderas con pequeñas corrientes, un lago o el mar son ejemplos de este tipo de lugares. El paseo a la rivera del río, o en la arena de la playa, nos ayudará a tranquilizarnos rápidamente. Mientras que si nos sumergimos dentro de ella, potenciaremos en nuestro nuestros ser todas sus cualidades.
Un lugar con esencia base Aire es aquel donde el viento corre, o donde la brisa se siente. Estos lugares producen una fuerte limpieza energética, purifican el alma, nos ayudan a aclarar ideas y a desenmarañar nuestra mente. El trabajo a realizar puede ser el de proyectar nuestras intenciones, dejando partir las viejas ideas y expandiendo o proyectando lo nuevo hacia el futuro. Dejar lo viejo y encontrar nueva claridad, apartando los miedos de nuestro camino es su condicionamiento básico. Como ejemplo de lugar viento tenemos todos los que se encuentran desprotegidos a merced de este elemento; La cima de una montaña o de una loma, el recodo en un camino o un acantilado.
Un lugar con esencia base Tierra, es aquel que nos ofrece su abrigo y su cobijo. Son lugares que representan lo maternal, el refugio y la nutrición. Nos otorga una experiencia placentera que puede tornarse dura y no flexible. Muchos lugares tierra nos enraízan con este mundo, sobretodo, cuando no lo queremos ver, enfrentándonos a nuestro miedo base: El miedo a vivir. Son lugares que no nos permiten escaparnos de la terrenalidad, entendiendo por ello que no nos permiten evadirnos al mundo espiritual, sino que nos enseña que el camino del espíritu comienza en la tierra. Un lugar tierra puede ser tanto un lugar que nutre del campo florido en primavera, o una tierra árida e inhóspita. El trabajo a realizar sería nuestra conexión o enraizamiento en este mundo, sin más interferencias que el amor a nosotros mismos y ala VIDA.Latierra, nos dará la base para nuestro crecimiento.
Un lugar con esencia base Fuego, es aquel lugar que nos transmuta, nos mueve y precipita, conectándonos con nuestras pasiones más profundas. Son lugares que trabajan la creatividad, el ego, la pasión y también aquellos que nos impulsan a nuevos horizontes. La luz del día, el sol y el calor. Los lugares fuego, suelen estar cargados de pasión y fuerza. Son cálidos, ofreciéndonos miles de posibilidades para trabajarnos individualmente, y potenciando sobre todo el trabajo de grupo, pues el calor expande haciendo que nos apetezca relacionarnos con nosotros y los demás.
Cada lugar según su esencia nos ayuda a trabajar cualquier bloqueo que tengas, o para potenciar algo en concreto. Siendo habitual que nuestro cuerpo o espíritu se sienta atraído por un lugar que nos ofrezca alguna de las características que nuestro alma necesita. Los lugares aunque tengan un elemento base, nos ofrecen los cuatro elementos juntos en mayores o menores proporciones. Con lo que al iniciar un camino, nuestra sorpresa nos lleva a relacionar y aprender sobre muchos otros.
Comenzamos a pasear con el objetivo de aclarar ideas, la luz de la luna llena hace que la noche no sea tan oscura, la brisa suave comparte camino con nosotros. La luna nos embriaga, la oscuridad nos envuelve y nos ofrece la oportunidad de confesarnos secretos que ni siquiera atreveríamos a intuir a la luz del día. La brisa sobre nuestro cabello se encarga de diluir la energía negativa del recuerdo, cada paso fortalece nuestra esencia individual y nos conecta con el mundo.
Todo esto puede suceder caminando en la ciudad, en la montaña, en un pequeño pueblo o a la orilla del Gran Cañón. Eso si lo que nos acompañe, el mar, la tierra, el aire…potenciará el tipo de sentimiento, carencia o reequilibrio a trabajar o sacar a la luz.
Un paseo a la luz del Sol nos dará energía, fuerza, potencia y nos invitará a compartir la tarde con más gente… nuestro trabajo será distinto, pero no por esto menos potente.
Cada momento nuestro ser nos pide un lugar u otro, cercano o lejano, sólo o acompañados. Lo ideal es dejarnos aconsejar por nuestro corazón, pues somos sabios y sabemos mucho mas de lo que a veces dejamos entrever, incluso a nosotros mismos.
© Susana Ortega